4. ¿Trabajos universitarios feministas?
En este pequeño post voy a intentar reflexionar sobre las condiciones que se tienen que dar para considerar que un trabajo académico sea feminista, ya sea este un TFG, un TFM... Entraré también en las que para mí son más fáciles de cumplir y cuáles son para mí las que más dificultan esta labor.
Lo primero de todo es considerar qué es feminista cuando estamos hablando de trabajos académicos. Para mí, la primera condición estaría incluida en la totalidad de estos trabajos y giraría en torno al tema del androcentrismo. Esta es una cuestión no es para nada banal y es algo que podemos encontrar, sin ir más lejos, en la mayoría de aulas del mundo. Estudiamos y analizamos todos los fenómenos poniendo al hombre como el ser universal, tanto de hechos como lingüísticamente, como se recalcó en las diferentes clases dedicadas a la lengua. Además, también se tiende a priorizar las problemáticas de "hombres" frente a las de "mujeres", aplicando esto a otros niveles como el empleo (el empleo "fuerte" masculino vs el empleo "débil" femenino). Creo que esta es la condición más revisada actualmente, aunque seguimos cayendo en ciertas cosas para mí relacionadas como separar las muestras estadísticas con la variable sexo y usando la categoría binaria M o H, sin opción a nada intermedio o ajeno a estas.
Otra de las condiciones es el mainstreaming, que no me gusta como término por estar explotadísimo por el feminismo más institucionalizado, pero que entiendo como el incluir feminismo a todos los niveles: desde que se piensa el trabajo, en las lecturas de la revisión bibliográfica, en la fase experimental si esta se lleva a cabo y, por supuesto, también en las conclusiones. Me he encontrado muchos trabajos de gente comprometida al 100% con las diferentes luchas feministas y que, sin embargo, en sus respectivos TFGs o TFMs optaron por acer la cencia, creando de esta forma unos estudios que serían seguramente maravillosos desde los puntos de vista de los expertos (y recalco el género: ellos) pero que se olvidaban por completo de entrar en cuestiones "peligrosas" desde el punto de vista del género. No quiero hacer una crítica a mis compañeras: no creo que sea casual. Lo primero que me dijo mi tutora del Trabajo de Fin de Grado (Natalia Paleo, una excelente tutora a la que le mando un beso desde estás lineas) es que ella encantada de dirigirme un trabajo sobre nuevas masculinidades, pero que tendríamos que tener cuidado con el tribunal. Al final aunque la universidad se venda como un espacio rompedor, de cultura y muy abierto; basta con pasar un par de semanas viviendo sus dinámicas para darse cuenta de que es bastante diferente. Caciquismo, guerras entre docentes, evaluaciones sospechosas... y por supuesto, una disparidad ideológica (que es lógico que la haya, vaya) que asusta. No sé como funciona en otras facultades pero de donde yo vengo, la Facultad de Ciencias Políticas y de la Administración, el profesorado evalúa y preside los tribunales para TFG independientemente del tema a tratar o del departamento. Para ejemplificar esto, no conozco nada mejor que mi caso. Mi trabajo sobre nuevas masculinidades fue evaluado por un profesor de economía, otro profesor de marketing político y una profesora de derecho. No dudo de su excelente valía en sus campos, pero parece de chiste que, habiendo como hay profesoras especializadas en el tema, tener que aguantar comentarios absurdos como los que aguanté en mi defensa. No puedo entrar demasiado en detalle, pues fue un día muy malo y mi cerebro tiende a eliminarlos (de hecho por culpa de ese día no dispongo de una beca este año) pero sí que recuerdo alguna frase como "esto que presentas aquí está superado", "por supuesto que todos nosotros queremos la igualdad, no sé donde ves el problema" o "¿no crees que mediante las leyes ya se ha conseguido la igualdad?"
En fin, no me quiero enrollar más con ese tema.
Una de las condiciones que sí que no habría dicho hace unos meses es el tema de la lingüística, algo que me llevo sin duda de esta clase. Si estamos realizando un trabajo rompedor con el statu quo, sea en el sentido que sea, es necesario que nuestra expresión escrita también rompa estos moldes absurdos que recreamos día tras día, legitimándolo por tanto de alguna forma.
Para acabar y hablando de forma más general, creo que lo más importante en un trabajo académico feminista es la actitud. Deberíamos en cierta parte recuperar las ideas que manejaban las feministas de los 70-80 que se introdujeron en la academia con una idea tochísima y que podríamos resumir en que la ciencia la había construido el hombre y por lo tanto no es ciencia, en tanto que no es objetiva ni ha tenido al 50% de la población para su construcción, debate y divulgación. Opino que no deberíamos caer en la idea simple de la igualdad, de hacer estudios que lo único que intentan poner de perspectiva de género es segregar los datos por sexos y comentar las diferencias. Creo que tenemos que ir más allá, ser más críticos con lo que leemos y con lo que construimos, también sería importante como comentaba en el post sobre la culpa no quedarnos solo en el pasado, en el "estas son las cifras, hagan con ellas lo que quieran". Sería increíble no solo describir y explicar fenómenos que entendemos como algo negativo, sino proponer y explorar alternativas a estos sucesos.
Lo primero de todo es considerar qué es feminista cuando estamos hablando de trabajos académicos. Para mí, la primera condición estaría incluida en la totalidad de estos trabajos y giraría en torno al tema del androcentrismo. Esta es una cuestión no es para nada banal y es algo que podemos encontrar, sin ir más lejos, en la mayoría de aulas del mundo. Estudiamos y analizamos todos los fenómenos poniendo al hombre como el ser universal, tanto de hechos como lingüísticamente, como se recalcó en las diferentes clases dedicadas a la lengua. Además, también se tiende a priorizar las problemáticas de "hombres" frente a las de "mujeres", aplicando esto a otros niveles como el empleo (el empleo "fuerte" masculino vs el empleo "débil" femenino). Creo que esta es la condición más revisada actualmente, aunque seguimos cayendo en ciertas cosas para mí relacionadas como separar las muestras estadísticas con la variable sexo y usando la categoría binaria M o H, sin opción a nada intermedio o ajeno a estas.
Otra de las condiciones es el mainstreaming, que no me gusta como término por estar explotadísimo por el feminismo más institucionalizado, pero que entiendo como el incluir feminismo a todos los niveles: desde que se piensa el trabajo, en las lecturas de la revisión bibliográfica, en la fase experimental si esta se lleva a cabo y, por supuesto, también en las conclusiones. Me he encontrado muchos trabajos de gente comprometida al 100% con las diferentes luchas feministas y que, sin embargo, en sus respectivos TFGs o TFMs optaron por acer la cencia, creando de esta forma unos estudios que serían seguramente maravillosos desde los puntos de vista de los expertos (y recalco el género: ellos) pero que se olvidaban por completo de entrar en cuestiones "peligrosas" desde el punto de vista del género. No quiero hacer una crítica a mis compañeras: no creo que sea casual. Lo primero que me dijo mi tutora del Trabajo de Fin de Grado (Natalia Paleo, una excelente tutora a la que le mando un beso desde estás lineas) es que ella encantada de dirigirme un trabajo sobre nuevas masculinidades, pero que tendríamos que tener cuidado con el tribunal. Al final aunque la universidad se venda como un espacio rompedor, de cultura y muy abierto; basta con pasar un par de semanas viviendo sus dinámicas para darse cuenta de que es bastante diferente. Caciquismo, guerras entre docentes, evaluaciones sospechosas... y por supuesto, una disparidad ideológica (que es lógico que la haya, vaya) que asusta. No sé como funciona en otras facultades pero de donde yo vengo, la Facultad de Ciencias Políticas y de la Administración, el profesorado evalúa y preside los tribunales para TFG independientemente del tema a tratar o del departamento. Para ejemplificar esto, no conozco nada mejor que mi caso. Mi trabajo sobre nuevas masculinidades fue evaluado por un profesor de economía, otro profesor de marketing político y una profesora de derecho. No dudo de su excelente valía en sus campos, pero parece de chiste que, habiendo como hay profesoras especializadas en el tema, tener que aguantar comentarios absurdos como los que aguanté en mi defensa. No puedo entrar demasiado en detalle, pues fue un día muy malo y mi cerebro tiende a eliminarlos (de hecho por culpa de ese día no dispongo de una beca este año) pero sí que recuerdo alguna frase como "esto que presentas aquí está superado", "por supuesto que todos nosotros queremos la igualdad, no sé donde ves el problema" o "¿no crees que mediante las leyes ya se ha conseguido la igualdad?"
En fin, no me quiero enrollar más con ese tema.
Una de las condiciones que sí que no habría dicho hace unos meses es el tema de la lingüística, algo que me llevo sin duda de esta clase. Si estamos realizando un trabajo rompedor con el statu quo, sea en el sentido que sea, es necesario que nuestra expresión escrita también rompa estos moldes absurdos que recreamos día tras día, legitimándolo por tanto de alguna forma.
Para acabar y hablando de forma más general, creo que lo más importante en un trabajo académico feminista es la actitud. Deberíamos en cierta parte recuperar las ideas que manejaban las feministas de los 70-80 que se introdujeron en la academia con una idea tochísima y que podríamos resumir en que la ciencia la había construido el hombre y por lo tanto no es ciencia, en tanto que no es objetiva ni ha tenido al 50% de la población para su construcción, debate y divulgación. Opino que no deberíamos caer en la idea simple de la igualdad, de hacer estudios que lo único que intentan poner de perspectiva de género es segregar los datos por sexos y comentar las diferencias. Creo que tenemos que ir más allá, ser más críticos con lo que leemos y con lo que construimos, también sería importante como comentaba en el post sobre la culpa no quedarnos solo en el pasado, en el "estas son las cifras, hagan con ellas lo que quieran". Sería increíble no solo describir y explicar fenómenos que entendemos como algo negativo, sino proponer y explorar alternativas a estos sucesos.
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